¿Sabías que el peeling químico ya tenía sus orígenes en la antigüedad?.
Aunque el peeling químico sea un tratamiento que se utilice desde hace tan solo unos años en la medicina estética, la idea de exfoliar y cuidar la piel para mejorar así su aspecto ya era una práctica habitual desde el antiguo Egipto.
En este artículo, te vamos a desvelar en qué consiste el peeling químico todo lo que puedes conseguir con este tratamiento estético.
La ciencia detrás de la legendaria belleza de Cleopatra.
Seguramente, hayas oído hablar de los famosos baños de leche de Cleopatra con los que volvía su piel más suave. O del uso del lodo sedimentado en las jarras de vino, para eliminar las manchas de la piel que usaban las mujeres en la antigua Roma.
Pero, ¿existe una explicación científica para estos antiguos trucos de belleza?
Lo cierto es que en la leche fermentada se concentraba un alto nivel de ácido láctico. En Roma lo utilizaban para eliminar las capas de células muertas y devolver el brillo y la luminosidad a la piel.
En el caso del vino, el ácido tartárico presente en muchas frutas, especialmente en las uvas, posee un potente efecto despigmentante. Al aplicarlo, conseguían eliminar manchas y el acné en la piel.
¿Qué relación tienen estos ácidos con el peeling químico?
Siendo evidentes los resultados estéticos, aquello que había comenzado como “la búsqueda de la belleza eterna” en la antigüedad, evolucionó hasta nuestros días.
Actualmente, el peeling químico es uno de los tratamientos más efectivos en la medicina estética para combatir los signos del envejecimiento.
Las excelentes cualidades que nos ofrece el peeling químico nos ayudan a conseguir una renovación de las capas superficiales de la piel sin necesidad de pasar por el quirófano.
¿En qué consiste un Peeling químico?
Un peeling químico es un tratamiento no quirúrgico con el que realizamos una exfoliación o descamación de las capas superficiales de la piel. Contempla múltiples objetivos enfocados, todos ellos, al rejuvenecimiento de la piel.
Mientras que con un peeling físico podremos limpiar y renovar las capas superficiales de la piel, con un peeling químico trataremos más profundamente estas capas, atenuaremos y eliminaremos totalmente las imperfecciones, manchas o exceso de grasa.
Pero antes de realizarte un peeling químico, vamos a llevar a cabo un diagnóstico de tu piel. Así determinaremos el tipo de ácido a utilizar (alfa o betahidroxiácido) que se le va a aplicar en función a tus necesidades reales.
¿Cuál es la función de un alfahidroxiácido y de un betahidroxiácido?
Pero, ¿qué es el alfahidroxiácido? Seguro que ácido glicólico (derivado de la caña de azúcar), el málico (derivado de las manzanas) ácido láctico (derivado de la leche), ácido tartárico (derivado de las uvas), etc., te puedan sonar más.
Los alfa hidroxiácidos (AHA) son moléculas hidrosolubles que ayudan a exfoliar la piel, eliminando las células muertas y produciendo una transformación epidérmica. Dentro de los alfahidroxiácidos hay diversos tipos de ácidos y el más conocido es el glicólico.
De esta forma, cuando aplicamos el peeling químico en tu piel producimos, de una manera controlada, una “destrucción” epidérmica con la consecuente descamación y aceleración del cambio celular.
Por otro lado, con la aplicación de los betahidroxiácidos, exfoliamos el poro de los acúmulos de células que causan los puntos negros y granos. El más característico para llevar a cabo esta tarea, es el ácido salicílico.
Así, estimulamos la formación de un nuevo colágeno y conseguimos que se obtenga una piel más suave, tersa y luminosa, eliminando la capa superficial, incluidas las impurezas, pequeñas arrugas, manchas y marcas de acné.
¿Qué resultados obtendrás con el peeling químico?
Como te hemos comentado, lo que nos permite obtener los diferentes niveles de exfoliación en la piel es el ácido o combinación de sustancias químicas que le apliquemos.
Por ello, es importante que el peeling químico que utilicemos sea específico para cada tipo de paciente, siempre teniendo en cuenta las características de la piel, la edad, y otros aspectos que puedan incidir en los resultados del mismo.
Gracias a las múltiples aplicaciones que nos permite el peeling químico podemos conseguir:
- Retirar las células muertas de la superficie de la piel
- Estimular la producción de colágeno y elastina de forma natural
- Corregir las irregularidades de la piel
- Cerrar poros dilatados
- Eliminar las marcas de acné, arrugas y otras cicatrices superficiales
- Igualar el tono suavizando las arrugas
- Mejorar la textura de la piel
- Atenuar y eliminar totalmente las manchas producidas por el sol, melasmas, léntigos solares, etc.
¿Qué tipos de peelings químicos podemos realizar?
Los tipos de peelings podemos clasificarlos, según la profundidad, en superficiales, medios y profundos y según el tipo de ácido.
Según el objetivo que queramos obtener en nuestra piel, aplicaremos uno u otro tipo de peeling.
- Peeling Químico Antiedad – Con este peeling químico favorecemos la síntesis de colágeno y activamos el proceso rejuvenecedor cutáneo.
- Peeling Químico Irregularidades pigmentarias – Podemos tratar el fotoenvejecimiento, aclarar manchas, unificar el tono de la piel y actuar frente a problemas específicos como el melasma, los léntigos o las ojeras hiperpigmentadas.
- Peeling Químico Acné y secuelas – Regulamos la segregación sebácea, controlamos la queratinización en pieles grasas y con tendencia acneica.
- Peeling sublimador de juventud – Contribuye a la renovación de la piel, actuando tanto en capas superficiales como profundas, gracias a la acción del Retinol Libre y Liposomado.
Estimula la síntesis de colágeno, elastina y ácido hialurónico. Corrige la línea de expresión y arrugas, aporta hidratación y aclara las manchas.
¿Cuándo se empiezan a notar los resultados de un peeling químico?
Los efectos del peeling químico facial son casi inmediatos y podrás verlos incluso desde la primera sesión. Aunque, dependiendo del tipo de tratamiento y de cada paciente, pueda variar.
Por ejemplo, tras un tratamiento específico para inestetismos, como granos internos o comedones con todo tipo de bacterias e inflamaciones, podemos aplicar un peeling químico de acné y secuelas.
Con este peeling, regulamos la segregación sebácea, controlamos la queratinización en pieles grasas y con tendencia acneica.
Si lo que queremos es atenuar y eliminar las manchas en la piel, aplicaremos el peeling químico de irregularidades pigmentarias.
Con los peelings antiaging, favorecemos la síntesis de colágeno y activamos el proceso rejuvenecedor cutáneo. Ten en cuenta, que los tratamientos enfocados a tratar los efectos de la edad, suelen complementarse con técnicas de láser, rellenos de arrugas, hilos tensores, etc.
¿Cómo preparar mi piel para un peeling químico?
Antes de proceder a realizarte cualquier tipo de peeling químico facial habría que llevar a cabo una limpieza exhaustiva en la piel que elimine toda la grasa posible.
Las dos semanas previas al peeling químico, te recomendamos que evites la exposición solar y uses una crema protectora con un SPF alto. Además, te aconsejamos que dejes de utilizar cremas que contengan ácido retinoico al menos tres días antes del procedimiento.
Nunca olvides que al tratarse de un tratamiento agresivo en la piel es fundamental ponernos en manos de un profesional de la medicina estética. De este modo podrás tener la certeza y la seguridad de conseguir los efectos de rejuvenecimiento facial deseados.